#ElPerúQueQueremos

Las Crisis del Aprismo  -  por Gustavo Salvatierra

Publicado: 2016-11-02


A largo de sus 86 años de existencia en el Perú, el aprismo ha superado todo tipo de tribulaciones, como la persecución, ilegalidad, cárcel, destierro, muerte y traición, que fueron parte del enorme esfuerzo de los adversarios de turno para generar las crisis en el partido, en su finalidad por resquebrajar su unidad y romper su ideal por justicia y libertad, además de ello, otros factores como, los pactos, las derrotas y los golpes de estado, fueron sucesos que también generaron crisis al interior de la organización con más historia en el continente, pero que con la Capacidad de sus cuadros formados, la fuerza Moral de sus líderes, la firmeza de su doctrina, el ejemplo de vida del Jefe y el sacrificio de toda la militancia, el aprismo no periclitó y supo imponerse.

Hoy, afrontamos una crisis con el óptimo y expectativa que nos da la historia pero esta vez hay cosas que son totalmente distintas.

#InicioLaGranPersecución

En 1932, posterior al fraude de 1931 en la que Sánchez Cerro obtuvo una acortada victoria, Haya de la Torre se convirtió en el Presidente Moral del Perú con lo cual impulsó diversas manifestaciones ante los ineficientes manejos del Presidente durante la crisis, la aun fuerte desigualdad social y el irrespeto a los derechos de los trabajadores, sumado a las constantes iniciativas de los parlamentarios apristas en el Legislativo, acorralaron al Mandatario, quien el 08 de enero de 1932, publicó una ley que proscribía las libertades políticas y con ello permitía el arresto sin orden judicial. Es así, que comenzó una persecución exhaustiva contra el partido aprista, la gran persecución como llamo Armando a su libro (2004), que tuvo un breve receso en 1933, tras la libertad de Víctor Raúl, pero que se retomaría en 1934 y nuevamente con el exilio, cárcel y torturas intentaron, sin fortuna, resquebrar el ideal aprista. A pesar de ello, en las cárceles también se hizo aprismo, la formación académica y el adoctrinamiento acompañaron el sacrificio del alto dirigente y el modesto militante que hermanados, fortalecieron la fraternidad. Durante esos años, la Tribuna, continuaría su distribución y las reuniones clandestinas no dejaron espacio a la desorganización. En 1945, el aprismo volvería a le legalidad y tendría un papel importante en esa elección, tras el recorrido de Víctor Raúl por todo el país.

#GolpeOdriista

En 1948, posterior a una corta primavera democrática, se produjo un alejamiento con Bustamante, al cual apoyamos para que pueda llegar al poder en las elecciones de 1945, pero que por diferencias políticas y de un frustrado levantamiento en el Callao que no tuvo autorización oficial del partido, nos dejó fuera de la Ley ese año, posterior a ello, llegaría el golpe de estado de Odría, y el aprismo tras una corta legalidad, comenzó nuevamente a afrontar los embates de un nuevo adversario, las cárceles volverían a llenarse de apristas, a cerrarse todos los locales a nivel nacional, una vez más el dictador de turno intentaría sin éxito, resquebrajar la unidad del partido. La magnitud de la crisis ante el asilo de Haya en 1949 en la embajada de Colombia y del exilio de todos los lideres, fue reflejada en un fragmento:-“Sentí que todo mi mundo se desplomaba. ¿Sería posible? –escribió Luis Alberto Sánchez–… Entristecido, pensando que nos había llegado el minuto de la liquidación, me dirigí a Guatemala para iniciar una nueva vida” (1). En 1954, Víctor Raúl es absuelto por el Tribunal de la Haya. En 1955 Odría se alejaría de la Oligarquía por enormes diferencias y tras los esfuerzos de Ramiro Prialé, los líderes apristas volverían del exilio y con ellos el aprismo se organizó rápidamente, solicitando un gobierno de convivencia democrática, y seria nuevamente actor principal en la política peruana.

#VetoyPacto

En 1963, el veto ante el triunfo de 1962, la derrota de ese año y el pacto con Odría, traería una crisis al partido, un fuerte desconcierto y desesperanza dentro de la organización, por lo que gran número de apristas se alejó del partido, parecía decido que no dejarían llegar a Haya al Gobierno y no se comprendía la decisión de aliarse con quien años pasados causo tanto dolor al interior. Pero, nuevamente, a medida que fue pasando los años, el cariño al Jefe, la fraternidad, la lealtad a la doctrina y la crisis del gobierno de Belaunde activó al aprismo y ya no teniendo duda alguna que en las elecciones del año de 1968 la victoria seria de Víctor Raúl, se volvieron a enrolaron con adhesión al aprismo,

#GolpeDeVelazco

En 1968, tras un gobierno Belaundista lleno de dificultades y cuando todo daba a suponer que la victoria de Víctor Raúl en la elección de ese año era una realidad, el golpe de estado de Velazco terminó con esa ilusión y con la esperanza de asumir la responsabilidad del destino del país y hacer realidad el proyecto aprista por la que lucharon, miles de peruanos, toda su vida, la depresión de ver un gobierno militar que se quedaría por un largo periodo como era de costumbre y la avanzada edad del Jefe, sumergió a la militancia en una depresión que conllevo al partido a una crisis. Los años posteriores Víctor Raúl, se quedaría perenemente en el partido, formó cuadros, visitó a las bases, dio cientos de coloquios, y con ello evitó que la crisis traiga mayores golpes y es así, el Apra ganaría abrumadoramente las elecciones para la constituyente en 1978.

#PartidaDeHaya

En 1979, se produjo la peor crisis de todas, y la más dolora, tras la partido de Jefe, el partido entró en un desconcierto, se dividió la organización, se perdió la elección del 1980 y una foto de esas épocas resumió la crisis por la que transcurría el Apra, la celebración de 2 días de la fraternidad, el mismo día y a la misma hora, uno en Alfonso Ugarte, liderado por Armando Villanueva y la otra en la Plaza San Martin liderado por Andrés Townsend, ambos eventos con llenos absolutos, demostraban que no había un liderazgo que uniese y pusiese orden. Paso un par de años y nuevamente, la disciplina de los apristas formados por Haya, que se habían alejado, volvieron al partido, apareció la conducción de un diputado joven discípulo del Jefe, se reimpulsaría al partido con nuevas formas y se ganaría la elección de 1985, extraordinariamente en primera vuelta.

#GolpeFujimorista

En 1992 tras el golpe de estado, el destierro del c. Alan García y la enorme campaña de desprestigio por todo medio de comunicación aliado al gobierno MonteFujimorista, el aprismo entró en una crisis, la credibilidad parecía adversa, pero a pesar de todo ello, la organización siguió haciendo política, pero en menor número, producto de lo que acontecía. El 2001, tras la caída del régimen dictatorial y comprobándose la manipulación de los medios de comunicación y la justicia, el aprismo volvería a ser actor exorbitante de las 2 elecciones posteriores y con el liderazgo del c. Alan García, vencería el 2006.

#Ahora

Hoy, que producto de una interpretación legal, aún seguimos vivos jurídicamente, y que los 2 millones de peruanos que votaron el por el aprismo el 2001, 2006 y 2010, dejaron de votar por nuestra propuesta en las últimas elecciones, nos hacen ver el conjunto de crisis que nos agobia y que hemos evitado afrontar, algunos con mucho más irresponsabilidad que otros, producto de la ilusión de una inevitable victoria, pero que ahora frente a todo lo acontecido estamos obligados a superar.

Hoy, el conjunto de crisis, de valores, imagen e identidad, lo superaremos con la fuerza moral inexorable que tendrán los nuevos conductores del partido que saldrán producto de la renovación, con el reposicionamiento a lo contundente de nuestra doctrina, de Izquierda Democrática, y con la formación intensa de los cuadros que tendrán una posición sin vacilación, sin cálculo político, que los llevará a interponer el ismo del aprismo ante el ismo a un liderazgo y con un discurso de lo trascendental de nuestro objetivo histórico y que parte de ese discurso será las cifras de lo que el aprismo hizo por el país, venceremos.


(1) Testimonio personal. Tomo 3: La caldera del diablo 1945-1956. Segunda edición. Lima: Mosca Azul Editores.


Escrito por

Gustavo Salvatierra Z

ing. de Sistemas, Gestor de Proyectos TI, MBA y Activista Político.


Publicado en